Durante años se pensó que la solución estaba en ensanchar las vías de circulación. En pocos meses se descubrió que eso lejos de solucionar, agravó la situación; había más coches atrapados durante más tiempo.
En el año 2003 en Londres se implanto la tasa del atasco o «congestion charge«. Al principio funcionó, aunque había que pagar se podía circular mejor ya que se redujo el número de vehículos que entraban en el centro de la ciudad. Sin embargo, cuenta un transportista en el documental, con el tiempo el trafico a vuelto a ser tan malo como antes de implantar la tasa, y ahora hay que pagar por sufrir lo mismo que cuando no pagábamos.
Por último, parece que las líneas de investigación y desarrollo para la solución a los atascos están en la prevención mediante sistemas inteligentes incorporados en los vehículos. Uno de esos proyectos lo comentaba aquí hace unos días (proyecto Diamant, Alemania). Otro utiliza los teléfonos inteligentes para indicar la velocidad optima por ciudad teniendo en cuenta cuando se van a poner verdes o rojos los semáforos que nos vamos encontrando en el camino http://www.muyinteresante.es/ahorra-gasolina-gracias-a-tu-smartphone.
Sin lugar a duda el mas impresionante fue el que están desarrollando en Estados Unidos, y que pretende convertir a los coches en robots capaces de circular con un piloto automático como si se tratase de un avión. Numerosos estudios demuestran que un gran número de atascos se producen por distracciones al volante o una conducción poco ordenada. Un sistema automático de control podría ayudar a mejorar estos puntos débiles, pero creo que ni dentro de 30 años tendremos coches totalmente autónomos circulando por las calles.
¿Será esta la solución? Personalmente creo que esto, de llegar a implantarse sería equivalente a cuando se intentó solucionar el problema ensanchando las vías de circulación. Más coches, más apiñados, pero también atascados.